Los hombres y la manía de la ropa íntima femenina

Los hombres y la manía de la ropa íntima femenina

El sexo masculino siempre se siente más atraído por las prendas íntimas de las mujeres: ¿transgresión o fetichismo?

Las medias, los sujetadores, los cuellos, las bragas y los tacones de aguja: los hombres aman los accesorios que por derecho les pertenecen a las mujeres y no quieren solo admirarlos, a menudo su deseo más escondido es el de usarlos.

¿Una rebelión ante lo gris de sus accesorios íntimos reducidos únicamente a bóxer y camisetas? Probablemente sí, el hecho es que los hombres siempre se sienten más atraídos por los accesorios femeninos y en la mayor parte de las cosas no se trata de una campana de alarma de la homosexualidad.

Un chica con lenceria sexy

Una perversión inocua, una manía, un vicio, una tendencia fetichista, esto es lo que empuja a muchos hombres a usar medias y bragas y a sentir excitación frente a un tacón de aguja.

Algunos se avergüenzan, otros lo hacen un arma ganadora y transforman el sexo en un juego para dos siempre nuevo y estimulante. Muchos pretenden que su esposa use tacones altísimos durante el sexo, otros sienten la ebriedad al apretar sus piernas en medias transparentísimas: aquí es más que adecuado decir que “sarna con gusto no pica”.

Es cierto que todo esto tiene poco que ver con el sexo tradicional, como se lo entendía hace mucho tiempo, pero las cosas cambian y también el “hacer el amor” adquiere nuevas declinaciones y estímulos.

Un hombre que le gusta vestir lenceria femenina

No hay nada de preocupante en una pequeña excentricidad, lo importante es que todo se desarrolle con respeto recíproco y que no tenga rasgos patológicos, del tipo “si no me pongo tus braguitas rosadas, ¡no hacemos nada!”.

¿Qué harías si tu pareja te revelase su pequeña manía de usar ropa íntima femenina? ¿Si te pidiera usar tacones durante las relaciones sexuales? ¿Sería algo atractivo o te daría miedo? ¡Cuéntanos cómo lo ves!

About Rosa María

El eros y sus misterios, juegos eróticos, pasiones o perversiones. Todo lo que quieres saber del sexo y no te atreves a preguntar, ¡o quizás ni siquiera imaginas! Me llamo Luana, y espero serte de ayuda o de estímulo para muchas noches de diversión y pasión.