¿Fantasía picante o perversión?

¿Fantasía picante o perversión?

¿Quién no ha tenido nunca ideas o fantasías algo particulares en el ámbito sexual? La mayor parte de las veces se quedan en eso, a veces se discuten con los amigos, con la pareja o se intenta hacerlas realidad. Sin embargo, a veces sucede que estas ideas se vuelven insistentes hasta el punto de transformarse en verdaderas obsesiones, o de convertirse en la única forma de disfrutar de la sexualidad.

El sexo en trío es una de las fantasías sexuales más comunes

¿Dónde está el límite entre la fantasía y la patología?

Cuando se trata de perversiones o desviaciones sexuales en el campo clínico es más adecuado definirlas como parafilias. Y estas, aunque evolucionan continuamente, para ser consideradas como tales deben cumplir con algunas condiciones: por ejemplo, referirse a objetos o seres vivos no humanos, recibir o infligir a la pareja una verdadera humillación física o moral, o referirse a niños o a otras personas sin consciencia de lo que ocurre. A menudo representan la única forma de excitarse, y pueden llevar a compromisos sociales (como la pérdida del trabajo, el aislamiento social, problemas legales, etc.).

La posibilidad de sentir curiosidad, deseos o comportamientos similares, o que una pareja decida por consenso ponerlas en práctica, no significa estar enfermos. Las principales parafilias se subdividen en exhibicionismo, voyerismo, y froteurismo o respectivamente el excitarse mostrando los genitales, espiando a otras personas desnudas o en situaciones íntimas o en el restregarse en los demás en sitios llenos de gente como los medios de transporte públicos.

Por regla, estos actos ocurren sin el consenso de las víctimas, de hecho a menudo es precisamente su reacción desconcertada o avergonzada lo que excita.

Luego tenemos la pedofilia, o la búsqueda de prácticas sexuales con niños, típicamente en edad pre púber, una práctica aberrante obviamente prohibida por la ley; el masoquismo y el sadismo sexual, que consisten en infligir o sufrir dolor (entre los que se diferencia el BDSM, la disciplina de bondage, dominio y sumisión, sadismo y masoquismo, que se merecen una respuesta “dedicada” en las próximas semanas dada la gran difusión incluso mediática, y la constitución de una verdadera subcultura con códigos y reglas de pertenencia).

Fetichismo por los pies de las mujeres

El fetichismo, o la atracción relativa a objetos inanimados (como por ejemplo los zapatos o la ropa íntima), que típicamente se tocan durante la masturbación para alcanzar el orgasmo.

Finalmente, terminamos con las “parafilias no especificadas”, mucho más raras, que comprenden la zoofilia (práctica sexual con animales), la coprofilia (placer que se obtiene del contacto con excrementos), la necrofilia (placer que se obtiene de los actos sexuales con cadáveres), la escatología telefónica (placer que se obtiene exclusivamente con llamadas obscenas), etc.

Las hipótesis relativas a las causas involucran casi siempre condicionamientos, situaciones o traumas relativos a la infancia y los tratamientos pueden apuntar a la reducción del síntoma o a la comprensión del mismo y del significado que tiene para esa persona, en la historia de su vida. Sin embargo hay que destacar que muy rara vez estos individuos van a psicoterapeutas, sexólogos o médicos a menos que sus parejas o las circunstancias externas los empujen a hacerlo.

Para completar esta primera panorámica del mundo de las parafilias es importante subrayar cómo las perversiones mencionadas anteriormente se refieren casi exclusivamente a los hombres, a excepción del masoquismo sexual. La motivación de esta disparidad no ha sido aún aclarada por completo y se necesita una publicación exclusiva al respecto en las próximas semanas; pero ciertamente la sexualidad extremamente más compleja, global y emotiva del universo femenino puede ser un primer indicio.

About Rosa María

El eros y sus misterios, juegos eróticos, pasiones o perversiones. Todo lo que quieres saber del sexo y no te atreves a preguntar, ¡o quizás ni siquiera imaginas! Me llamo Luana, y espero serte de ayuda o de estímulo para muchas noches de diversión y pasión.