Estimula tu placer con objetos eróticos hechos por ti mismo

Estimula tu placer con objetos eróticos hechos por ti mismo

Un collar, un espejo y un cepillo… ¿Para qué pueden servir?

A menudo, para estimular nuestro eros no necesitamos de látigos, juguetes sexuales o de otras cosas así; bastan elementos sencillos que encontramos en la casa, para transformar la relación sexual con nuestras parejas en un éxtasis de placer. Se puede promover la intimidad y la complicidad de la paeja, con algunos juguetes sexuales que se pueden diseñar y construir junto a él.

¿Alguna vez has pensado que un collar de perlas envolviendo una mano, podría ser una gran juguete sexual para masturbarlo? El ligero roce de las perlas, en el pene, aumenta en gran medida el placer de su pareja, basta jugar con la intensidad para obtener un resultado que lo dejará aturdido.

Una mujer se divierte con un vibrador

Las propiedades de los espejos, como saben, no deben ser subestimadas. Trata de colocar dos espejos en diferentes paredes, uno frente al otro; improvisar un striptease y disfrutar de la pasión del momento. Reflejarse cuando se está inmerso en las actitudes sexuales, es muy emocionante porque uno se ve desde el exterior, y se siente libre de inhibiciones.

Un último consejo, pero no por eso menos útil, es darse algunos toques con el cepillo (en el sentido contrario a las cerdas) en el trasero. Si eres fanático del género, dile adiós a látigo o las esposas, el cepillo es un gran juego para procurar un placer intenso. Este acto muy atractivo tanto para los hombres y mujeres ya que aprovecha las fantasías sadomasoquistas, en las que hay quienes dominan y quienes son dominados.

Recuerda siempre que la fantasía lo es todo en la relación sexual, a fin de probar otros juegos que creas que pueden ser útiles, pero siempre recuerda evitar los objetos afilados, demasiado frágiles o irritantes.

About Rosa María

El eros y sus misterios, juegos eróticos, pasiones o perversiones. Todo lo que quieres saber del sexo y no te atreves a preguntar, ¡o quizás ni siquiera imaginas! Me llamo Luana, y espero serte de ayuda o de estímulo para muchas noches de diversión y pasión.