
Guía para masajes eróticos
Los masajes eróticos se han puesto de moda solo en los últimos tiempos: el motivo es difícil de explicar, sea porque una determinada filmografía ruda ha impulsado el sector, sea porque hemos escuchado hablar muchas veces en la tv de esos “centros de masajes”, cada vez son más las personas que se interesan por saber cómo se hace un masaje erótico.
Hay muchos tipos de masajes, desde los terapéuticos, a los relajantes, pero el tema de nuestro artículo son los masajes eróticos.
Entran en la categoría todos los masajes hechos en zonas erógenas del cuerpo, o todos los masajes que conducen a una relación física entre las dos personas.
En los vídeos “hard” estamos acostumbrados a ver a un hombre o una mujer, obviamente bellísimos y atractivos, que se exponen a las manos, no tan profesionales ni expertas, de su respectiva pareja.
Pongamos el caso de un masaje erótico hecho a un hombre: la mujer antes que nada hace que el hombre se acueste, con una toalla que cubre sus partes íntimas, boca abajo.
Se unta las manos de aceite para masajes, y empieza a hacer el masaje partiendo de la cervical, los hombros, la espalda del hombre, los brazos, las pantorrillas, las piernas y sube hacia los glúteos.
En este punto del vídeo la mujer empieza a meter las manos por debajo de la toalla y empieza a masajear las nalgas del hombre. Pocos instantes después se le propone al hombre girarse para quedar boca arriba y el masaje en todo el cuerpo vuelve a empezar.
Al llegar a la zona “hot”, la mujer le propone al hombre retirar la toalla (él obviamente no deja que se lo pidan dos veces), y aparece irremediablemente una poderosa erección apta para dejar anonadada a la masajista.
En ese momento empieza el verdadero masaje erótico, en el que la mujer empieza a masturbar al hombre lentamente al inicio, luego siempre de forma más rápida y decidida, ayudándose también con la boca, hasta llevar al hombre al clímax.