Reflexiones desde lo inusual. Menstruación y sexo

Reflexiones desde lo inusual. Menstruación y sexo

Reflexiones sobre el sexo y la menstruación: esa máquina de evitar un buen polvo

Antes de empezar con este post queremos señalar la ardua y confusa tarea que nos ha supuesto prepararlo.

Hemos hablado tanto con amigos, parejas y gente random para saber de primera mano y a pequeña escala su opinión respecto a la menstruación y el sexo, y podemos llegar a la conclusión que independientemente de nuestra opinión y todavía con los datos inconclusos, nos culpamos mutuamente al dirigir las responsabilidades y que la mayoría se contradice para no ser tachado de intolerante y/o despreocupado.

Como decíamos, no ha sido fácil, lleva a discusiones que por alguna extraña razón nos pone a todos nervios.

Aquí va nuestro segundo post que habla sobre este tabú que no ha hecho más que reafirmarse.

Tener sexo cuando estas con la regla

Un poquito de histeria

Ya sabemos que la menstruación ha sido uno de los grandes tabús en la historia de la mujer y del sexo. Y pese a que estamos en el siglo XXI, todavía existen muchas culturas que la asocian a algo sucio, impuro y que debe ser alejado de la vista. Suena tan primitivo que sería algo así como la idea de pensar que un problema puede desaparecer si te haces el loco y lo ignoras.

A ver, todos hemos escuchado leyendas sobre la regla, tradiciones absurdas que caen por su propio peso y demás argumentos anacrónicos, pero ¿qué hemos olvidado? ¿Hay algo más sobre lo que hablar?

Respuesta corta. Por supuesto, pero ¿como afrontar la histeria de una mujer con la regla? Pues simple, no pensar en ello como un período de caos y locura transitoria donde no puedes ni acercarte. Sácale partido y hazte unos Bloody Mary’s, que con suerte os convertiréis en vampiros enamorados y felices.

Respuesta larga. Hay que aceptar un problema de base. La apatía con la que hombres y mujeres se toman el buscar una posible solución a ese temor por la llegada de la regla. Algunos hombres se desesperan por huir, otros se cargan de mitos y los escupen a la cara públicamente, otros lloran y algunos, solo algunos se regocijan en ese manantial con el que sueña Anne Rice al escribir sus novelas. Pero ¿qué les pasa a las mujeres?

La mayoría de las mujeres se ponen bastante cachondas durante esos días, pero también sienten rechazo o se infligen miedo, asco o vergüenza. Entonces, ¿por qué cada vez que preguntamos si la gente folla cuando la regla aparece aseguran que la culpa es del otro y niegan el acto?

Anneke tiene su propio manifesto a exponer donde, según su propia experiencia, es muy difícil encontrar parejas con las que pueda mantener relaciones cuando tiene la menstruación y eso le ha llevado por caminos inescrutables de verdaderas odiseas relacionales.

Pero vamos a ver, ¿cómo la gente puede negar que haya un problema cuando incluso en todas y cada una de las sociedades llamadas modernas tienen un eufemismo para designar ese período de toda mujer? Por poner algunos ejemplos: “La maldición”, “el desembarco de guerra británico”, “estar con la furia”, “mi prima la rusa” (este me hace especial gracia), “la costa roja de California”, “en esos días”, “marea roja”… podemos proponer otra de rabiosa actualidad como “La Boda Roja”, pero señoras, señores, gente en general… esto es tabú. Esto algo que se debería romper, algo que se debería cambiar para llegar a una igualdad de género donde todo el mundo pueda llegar a disfrutar o si más no, admitir que tenemos un problema y que debe hablarse y dialogar.

Yo, como hombre no puedo decir que me encante recrearme envuelto en sangre (que tampoco es que sea una escabechina), pero si tuviera pareja y me lo pidiera o tuviese ganas no me importaría en lo más mínimo tener un idilio con esa persona, pero si me pregunto el motivo por el cual no he podido llegar a consumar ese acto tan bonito durante la menstruación de mi pareja sexual la respuesta es: por culpa de los dos. Yo por no insistir y ella por rechazarlo.

Tener relaciones sexuales durante la menstruación

Manifesto

Como viene siendo habitual en nuestras producciones, no queremos dejar escapar la oportunidad de crear una bonita historia de sexo y menstruación donde la sangre cobra protagonismo y donde uno se puede recrear en hacer del imaginario visual, las referencias personales que cada uno tiene o se inventa. Pero como el cuerpo humano es un misterio a la par que caprichoso, cuando decidimos grabar la escena por allá el mes de noviembre, ocurrió algo bastante sorprendente que da pié a otra pequeña reflexión.

Vamos a ver, Anneke estaba en su primer día de menstruación y nos apuramos para tener todo listo y correctamente expuesto, pero por contra de toda lógica en el momento de grabar desapareció. Sí… se esfumó. Lo que se vendría llamando un corta-grifos. Su compuerta hacia bloodbath que tanto esperábamos se había cerrado para no dejar ni rastro… pero cuando digo ni rastro es ni rastro.

Ojos como platos, rabia, frustración, acojone, risas… pero aquello no bajó, así que decidimos cerrar la parada y bajarnos en siguiente parada del tren del asombro. La confirmación que nuestra mente hace que nuestro cuerpo cambie y se ajuste a nuestras emociones.

Entonces según hemos conversado, es cierto que las mujeres experimentan ciertos cambios en el humor y en el comportamiento cuando la sangre baja, pero lo que quizás les hace sensibles a la censura de la sociedad es que se identifica perfectamente una vez al mes y tiene nombre.

Amigxs, esto también nos pasa a los hombres, pero la diferencia es que no tenemos un día concreto en el mes al cual ponerle este estigma, con lo cual lo llamamos de otra manera. Estoy de bajona.

Conclusión

Follad con la regla, follad con vuestras parejas y no miréis abajo si no queréis, pero os aseguro que reforzará por mil vuestra relación y dará pie a que la comunicación se eleve a niveles muy satisfactorios para ambos. Follad y sed felices, que el rojo es el color de la pasión.

About Rosa María

El eros y sus misterios, juegos eróticos, pasiones o perversiones. Todo lo que quieres saber del sexo y no te atreves a preguntar, ¡o quizás ni siquiera imaginas! Me llamo Luana, y espero serte de ayuda o de estímulo para muchas noches de diversión y pasión.